Tuve la oportunidad de empezar mi vida laboral en una institución financiera, un banco, si, aunque usted no lo crea fui receptor-pagador!
Tiempos aquellos, los cuadres (o descuadres), los zapatos bien lustrados, camisa bien planchada, saco y corbata! Tengo que ponerlos en contexto, soy comunicador de esos que en la U les gustaba usar el pelo largo, desgreñado y mientras más desafinado fuera mi vestimenta mucho que mejor. Pero había que trabajar y se me dio la oportunidad y no había que desaprovecharla.
Para poder sentirme de alguna forma libre o que tenía una forma de expresión empece a comprar corbatas diferentes, en textura, largo, ancho, de dibujos, colores extraños, en fin algo que pudiera hacerme sentir que podía expresarme, ser diferente pero sin romper las reglas impuestas por la institución.
Al cabo de un año y de varios cuadres empece a trabajar ya en mi carrera, pero esa aventura en una institución bancaria me enseño una gran lección y es que la vida te puede poner un nudo en la garganta pero eso no significa que te está ahorcando.
La creatividad estratégica es así, tenemos reglas que seguir a la hora de realizar una campaña, hay parámetros, palabras, significados que tenemos que tomar en cuenta, pero eso no significa que no podamos ver más allá o pensar diferente, simplemente tenemos reglas que no podemos romper pero como con las corbatas, no significa que no podamos usar estas reglas a nuestro favor y hacer las cosas diferentes.
En el banco me divertí y conocí gente maravillosa tanto al frente cómo atrás de la ventanilla de pago, pero también puedo decir que aprendí una lección muy importante, hoy puedo decir #QdeAhuevo es usar corbata.
